domingo, 21 de enero de 2018

La otra MANADA que jodió la vida de IBON URRENGOETXEA

No salimos de una MANADA de perturbados y, sin apenas tiempo para digerir el empacho de machismo, intento de confusión y manipulación de todo tipo, nos encontramos con otra MANADA de “corderos” en versión infantil. Se hacen llamar THE GHETTO FAMILY y, en su corto recorrido, ya han sido capaces de generar terror, daños físicos, hurtos, robos con intimidación y agresiones sexuales a una chica en Barakaldo , una paliza a otro joven al que le han dejado  ciego de un ojo y, por fin, el intento de robo y muerte de Ibon Urrengoetxea, el cual les ha encumbrado a la categoría de peligrosos, gente importante (como los consideran en su mundillo) con habilidades delictivas de todo tipo y capaces de ser portada de periódicos, radio y televisión . No contentos con su heroicidad y para redondear sus hazañas,  han terminado mofándose de sus andanzas a través de la red social. Son menores que ya han demostrado aptitudes y capacidad más que sobrada para el delito. Parece ser que la banda está formada por gitanos y marroquíes, un dato a su favor si tenemos en cuenta que aquí con la delincuencia foránea hay un alto grado de permisividad. ¡Y que nadie me venga ya con el cuento de racista ni chorradas por el estilo! Que ya estoy harto de oír eso de algunos que hasta ayer mismo, llamaban churrianos, muertos de hambre, españoles y otras lindezas a los inmigrantes andaluces, extremeños y demás que venían aquí, a Euskal Herria, a intentar ganarse el pan y labrarse un futuro. Que la solidaridad y el buen rollete con todo hijo de vecino no lo receta el médico, ni lo venden en la farmacia en pastillas, ni nace así, de la noche a la mañana… ¡a otro perro con ese hueso!
Aparte de los costes de todo tipo que han traído consigo las fechorías de los delincuentes estos llamados THE GHETTO FAMILY, ahora tendremos que hacer frente de forma económica y comprensiva a un sinfín de recursos de tipo social, educativo, psicológicos y de reinserción, con el fin de que estas pobres almas y otras futuras puedan reconducir su destino.
Esta noticia ,vino en un momento en el que estaban en la palestra mediática las mafias que hay para trasladar a jóvenes marroquíes a Euskal Herria, y del sablazo a Lanbide de casi cuatro millones de euros en ayudas, perpetrado y bien organizado por una banda de pakistanís (de LANBIDE ya hablaremos otro día). Pero una cosa que me llama poderosamente la atención, son los esfuerzos ya casi imposibles que hacen algunos políticos y gente afín (tertulianos enchufados, en nómina, que lo mismo valen para un roto que para un descosido) con ese discurso milimetrado, ajustado a sus intereses, indulgente, protector e inviable ya para con este tipo de delincuentes, pero que les empieza a generar un grave problema de desgaste hasta con su propio electorado, que se aleja cada vez más de estas formas estudiadas de gestos y vocabulario transigente.
Cuando la preocupación y el desasosiego empiezan a ser algo cotidiano en las vidas de algunos vecinos, la gente se olvida de las siglas y lo que exige son hechos, realidades y soluciones. Tengo la sensación de que estamos pisando un subsuelo  de indignación, impotencia y cabreo, y  que algunos lo intentan despistar minimizando los hechos y llevándolos al terreno de lo casual o el infortunio. Este subsuelo comienza a dar muestras claras de enfado y hartazgo y, puede que en cualquier instante y bajo cualquier pretexto, o  ante nuevas situaciones como las antes mencionadas, esto estalle en forma de indignación popular.
 ¡Y dejad de hacer ya el papel de curas samaritanos, salva patrias, haciéndonos sentir culpables de todas las miserias, guerras y desgracias que hay por el mundo! que si hubiese políticos de altura o se haría política como es debido, ¡no tendríamos que hablar de esto cada dos por tres! .Patxi Sagarna