lunes, 18 de mayo de 2015

LA PERSONALIDAD Y LA ESTUPIDEZ

El otro día en los locales de ensayo me encontré un amiguete que hacia algún tiempo no veía, fue de aquellos que la vida lo arrastro por donde le dio la gana porque no tenia ni pizca de personalidad, era lo que la situación marcaba en cada momento… así de simple. Observe un notable cambio en él, se empeño en hacerme ver que había adquirido “personalidad” pero ya sabéis, hay algunos imbéciles que equivocan los términos y acaban creyendo que tener personalidad es convertirse en un autentico borde o en un estúpido inaguantable que esta pendiente siempre de contradecir lo que dicen los demás para así dar a entender que tiene criterio propio, y para colmo van dejando la cagada por todos los sitios por donde pasan sin darse cuenta que se han convertido simplemente en seres insoportables y muchas veces acomplejados intentando sacar pecho por donde pisan a cuenta de opiniones ridículas generalmente que ni ellos mismo sienten ni padecen, pero la cuestión es parecer que parecen algo.
 La gente que yo conozco con personalidad no hace ningún esfuerzo por poner de manifiesto su autenticidad porque si lo tienes delante se palpa, se intuye y llegado el momento actúan en consecuencia, muchas veces reservan su opinión porque saben que quizás no es el  lugar ni se dan las circunstancias propicias (muchas veces por respeto ) de hacer un exhibicionismo de conducta, a diferencia de los otros soplapollas saben cuando el silencio es la mejor opción, saben que muchas veces es mejor callar que dañar, observar que juzgar o esperar que espantar…. yo por si acaso me voy hacer un bocadillo de alcachofas. Patxi Sagarna