Aunque he conocido a otras sopas a lo largo de mi vida, la sopa de ajo fue entre todas ellas la que estuvo a mi lado en los malos o difíciles momentos, intentando siempre dar un poco de calor a un estomago que no atendía a razones. Humilde, sencilla y discreta , amiga de la clase obrera sigue aguantando bien el paso del tiempo, otras sopas como la de caldo de carne o pescado se han dejado prostituir por las grandes marcas y han terminado sus días embutidas en sobres o en pastillas de avecrem.
Gracias amiga por esa lealtad y cariño que me has dedicado todo este tiempo, por esa manera de acariciar mi cuerpo cuando este estaba baldado, por esas interminables charlas en compañía del fuego, gracias sopa de ajo, yo también te seguiré siendo fiel y estas navidades estarás en mi plato, los hipocritas este año también te darán de lado , disfrazaran sus mesas de costosos empachos, no te preocupes por tantos ingratos, tu eres tu, la gran sopa de ajo, por eso te escribo y por eso te quiero sopa de ajo.
